La Alberca Puerto Bahía es un proyecto único que se construyó sobre un terreno de topografía compleja, caracterizado por un volado de 8 metros y un desnivel de casi 9 metros respecto a la calle vecina. Debido a las condiciones geográficas del sitio, fue necesario implementar una serie de trabajos de ingeniería avanzados, especialmente en lo que respecta a la cimentación, para poder soportar el empuje del agua y garantizar la estabilidad de la estructura ante el posible volteo y deslizamiento del terreno. Este desafío fue resuelto mediante un diseño innovador que permitió maximizar el aprovechamiento del espacio, al mismo tiempo que se preservaba una vista ininterrumpida hacia el océano Pacífico.